Este fin de semana largo me he preguntado varias veces ¿por qué llevo yo mi hija a la guardería? Y es que los virus no abandonan mi casa. Se ve que les ha gustado así que nos hemos pasado el puente algo malitos, por segunda semana consecutiva. Lo mejor de todo es que he perdido otro kilito de esos que me sobran desde que tuve a Enya y es que siempre hay que sacar el lado positivo a las cosas ¿no? No hay mal que por bien no venga…
El lado negativo de mis achaques es que no tenía muchas ganas de coser aunque debo deciros que no pude resistirme a coger la aguja. He avanzado algo en el primer bloque del BOM My Garden (debo de ser la última del mundo mundial) y he empezado a bordar mis gallinas de ABCDaires. Prometo enseñaros los resultados en la próxima entrada. De momento, aprovecho ésta para enseñaros el porta-pañales que le he hecho a Ingrid, la bebé que aún está dentro de la barriga de su mami Auri, nuestra compi de clase. No es que ella no pueda hacerlo, incluso mejor que yo, pero es algo vaga desde que tiene barriga y me pidió que le hiciera uno. Y aquí está.
Auri, espero que no tardes en volver a las clases porque te vamos a echar mucho de menos. Eso sí, yo mejoraré mis notas, las que nos pone la sita al final de curso, porque ya no tendré con quién hablar sin parar. Sí, ya lo sé. Qué lo mío no tiene remedio. Qué hablo hasta bajo el agua…
Y como no ¡¡¡yo también he hecho una scarsella!!! Se me antojó de tanto verla por los diferentes blog y hasta que hice una no paré. ¡¡¡Gracias Mª Eugenia por tus explicaciones a pie de pasillo del hospital en que el ambas trabajamos!!!
Bueno, espero poder enseñaros algo de lo que tengo entre manos muy prontito, si es que los virus me lo permiten… Un beso.
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