... Que nació mi niña. Sí, gente sí. Ya han pasado dos añitos, con sus 365 días cada uno de ellos, pero han pasado tan rápido que parece que fue ayer cuando supe que estaba embarazada. Podría decir eso de que Enya nació después de los dolores pero como no tuve ninguno, gracias a la epidural que me pusieron en cuanto llegué al hospital, no puedo ni decirlo. No cambio ni ese momento ni ninguno de los minutos restantes de estos dos años por nada en el mundo. ¡¡¡Mi niña es lo más!!! Y como es lo más se merecía una gran fiesta con un pastel hecho por sus papis especialmente para ella. Su papi se encargó del bizcocho y su mami de la decoración. Este es el resultado...
Se me ocurrió adornarlo una vez colocado en la bandeja y como veis no me quedó muy pulido que digamos. Además una de las orejas me ha quedado un poco torcida pero la perfección no existe ¿verdad? El grito que ha pegado Enya al verlo ha sido monumental. Eso ha valido más para nosotros que todo el oro del mundo. Y os dejo con una foto de Enya con la corona que le han hecho en la guardería.
¡¡¡MUCHAS FELICIDADES MI VIDA!!!
Un besazo y pronto volveré con cositas de patchwork que tengo para enseñaros.